YO Y EL TRABAJO DE SUELO PÉLVICO

El encuentro con el trabajo de suelo pélvico, + Expansión ha sido, como el de las cosas importantes en mi vida, casual.

Yo tenía asumido que después de dos partos y de ningún acompañamiento en el postparto, mis “partes íntimas” estaban como estaban y no había nada que hacer.

Una amiga me habló de un lugar especial, donde una mujer especial daba un curso de suelo pélvico. Nunca había oído hablar de ello y fui. Y sigo desde hace más de medio año.

Estoy contenta de mi decisión.

Mi cuerpo sigue siendo mi cuerpo, pero me he reencontrado con él, le he comprendido después de tantos años de no dedicarle la atención que se merece.

El trabajo con suelo pélvico es un trabajo exigente y al mismo tiempo factible, un trabajo que hago durante una sesión semanal y al mismo tiempo lo puedo llevar a mi día a día. Siento que mis órganos internos están más sostenidos y que incluso mi respiración es más profunda.

Un trabajo que puedo hacer a mi ritmo, con mis necesidades corporales atendidas y mis puntos fuertes desarrollados.

Ahora soy consciente de mi postura y cuando vuelvo a los esquemas corporales antiguos, me doy cuenta y rectifico, puedo rectificar despacio, con cariño.

Ahora me siento más presente, enraizada en la Tierra, con más poder para moverme por el mundo. Pues he redescubierto que mi cuerpo es lo que utilizo para desplazarme y el instrumento que necesito para obrar en el mundo, y quiero cuidarlo y atenderlo, y con estas posturas y consciencia corporal lo puedo hacer.

Ana Camarero, 53 años

Este sitio web utiliza cookies para que usted tenga la mejor experiencia de usuario. Si continúa navegando está dando su consentimiento para la aceptación de las mencionadas cookies y la aceptación de nuestra política de cookies, pinche el enlace para mayor información.plugin cookies

ACEPTAR
Aviso de cookies