¡Nos vamos a Tenerife por segunda vez!
Dicen que cada isla canaria llama a una u otra persona. A mi, Tenerife me tiene cautivada.
Volví una vez más a esa preciosa isla para participar como ponente en la Formación BeDoulas, de la Asociación Proyecto Besana.
La propuesta del seminario era conocerse a si misma, a su propio cuerpo y, principalmente, su suelo pélvico.
Una doula debe de saber hasta donde puede llegar acompañando a una mujer, sin invadir profesiones ajenas. Con este seminario, no se han hecho expertas en suelo pélvico, no tienen que serlo, sino han aprendido a sentirlo en su propio cuerpo, la importancia de cuidarlo en el posparto y en el día a día.
Pienso que es importante reconocer señales de que un suelo pélvico necesita ayuda para recuperarse, de no callar ni normalizar una pérdida de orina (por mínima que sea) o un prolapso.
De esta vez fue apenas un día y nos quedamos cortas con lo cual, para el próximo año, ¡tendremos un fin de semana completo!
Comparto unas fotos de una práctica que me gusta mucho y que hago en mis talleres de suelo pélvico.
Se trata de recrear en tres dimensiones la pelvis, los músculos del suelo pélvico y las vísceras pélvicas utilizando pelotas, fulares y personas.
Esta práctica la aprendí con Blandine Calais Germain y Nuria Vives, hace ya algunos años y, desde la primera vez que la vi, me pareció de una riqueza increíble para la comprensión de nuestra anatomía viva y en movimiento.
Útero, ovarios, recto, vejiga, sacro, ilíacos, pubis y periné, todos presentes.
Ana, fisiodoula en Madrid.